30 julio 2019

¿TIC O TICs?


La irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el sistema educativo sin dudas es un hecho revolucionario.
No es intención de esta entrada explicar ni analizar su significado sino la utilización de su sigla, TIC, muchas veces, a nuestro criterio, mal utilizada al pluralizarla.
Aunque en mucha bibliografía existente sobre el tema se utiliza la sigla en plural, TICs, vale aclarar que en nuestro idioma las siglas no poseen plurales.

Un poco de explicación

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación o bien las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación se representan a partir de las siglas TIC o NTIC, respectivamente.
Las siglas (que no llevan puntos entre sus componentes) son invariables en la escritura (las ONG, cinco CD, los DNI, tres PC, las TIC) aunque en la lengua oral tiendan a pronunciarse en plural: oenejés, cidís, deeneís, pecés, tics. El determinante que las antecede ya indica la pluralidad: las, cinco, los, tres…
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, se debe evitar el uso, copiado del inglés, de realizar el plural de las siglas añadiendo al final una s minúscula, precedida o no de apóstrofo: ONG’s, CDs, DNIs, PC’s, TICs.
Además, nuestro sistema ortográfico español rechaza la mezcla de grafemas en minúsculas y en mayúsculas para conformar una sigla (salvo en los casos preceptivos de mayúscula inicial: SAMCo - Servicio para la Atención Médica de la Comunidad).
Y si se agrega la S en mayúscula (ONGS, CDS, DNIS, PCS, TICS) se desvirtuaría la sigla, lo que podría dar a entender que esa nueva letra es también la inicial de algún término de la expresión originaria.

23 julio 2019

¿POR QUÉ SI «HUÉRFANO» SE ESCRIBE CON «H», «ORFANATO», «ORFANDAD» SE ESCRIBEN SIN ELLA?



¿Por qué si huérfano se escribe con h, orfanato, orfelinato, orfanatorio (todos con el mismo significado: asilo de huérfanos) y orfandad (estado de huérfano), que pertenecen a la misma familia léxica, se escriben sin ella?

 La regla ortográfica dice que se escribe con h “delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/, tanto en inicial de palabra como en posición interior a comienzo de sílaba”. (Ortografía RAE, 2010).

En la mayoría de las palabras que conforman nuestro idioma, la h se ha mantenido en nuestro sistema ortográfico por razones etimológicas o de uso tradicional consolidado.

Pero hay un grupo de haches del español que responden a razones histórico-gráficas consolidadas por el uso y no por razones etimológicas: se trata de la h que se escribe siempre (salvo contadas excepciones) delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/ tanto en posición inicial de palabra con en posición interior a comienzo de sílaba, esté o no justificada esa h por la etimología.

 Ejemplos: huaca (sepulcro indígena donde se encuentran objetos de valor), huacal (vasija), huelga, huella, huérfano, hueso, huerto, huir, deshuesar, ahuecar, marihuana, cacahuete, chihuahua

 

¿Por qué se utilizaba esta h delante de la ? Porque antiguamente la u (vocal) y la v (consonante) compartían el mismo grafema (se escribían de la misma forma) y fue necesario utilizar esa hache para indicar que las palabras comenzaban con u y no con v. Ejemplo: se colocaba la h para evitar que “ueso” se leyera como “veso” /béso/. Y si la primera letra tenía valor consonántico (v) no se colocaba la h: velo necesariamente debería leerse como /bélo/.

El origen puramente gráfico del uso de la h ante los diptongos de /u/ más vocal, explica que se escriban con ella (con h) palabras que no la tienen en su etimología.

 Y uno de esos casos es la palabra que nos ocupa: huérfano (del latín orphãnus) no posee en su misma familia la h: orfanato, orfandad, justamente porque estos no presentan la u inicial.

 Otros ejemplos similares:

hueco (del latín occãre) --- oquedad

hueso (del latín ossum) --- óseo, osario, osificar

huevo (del latín ovum) --- ovario, óvulo, ovalado, desovar

La misma explicación vale para las diferencias de igual tipo que se observan entre las formas de un mismo verbo:


oler, olía, oleremos, olió --- pero --- huelo, huele, huelas, huelan






16 julio 2019

PALABRAS QUE CONTIENEN LAS CINCO VOCALES


Estimados Señores: 

Acabo de ver en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que "murciélago" es la única palabra en el idioma español que contenía las cinco vocales. 
Mi estimada señora, piense un poco y controle su "euforia". Un "arquitecto", "escuálido", llamado "Aurelio " o "Eulalio", dice que lo más "auténtico" es tener un "abuelito" que lleve un traje "reticulado" y siga el "arquetipo" de aquel viejo "reumático" y "repudiado", que "consiguiera" en su tiempo, ser "esquilado" por un "comunicante", que cometía "adulterio" con una "encubridora" cerca del "estanquillo", sin usar "estimulador". 
Señora escritora, no sea "esquizofrénica" que parece colgada de un "eucaliptos", si el "peliagudo " "enunciado" de la "ecuación" la deja "irresoluta", olvide su "menstruación" y piense de modo "jerárquico". 
No se atragante con esta "perturbación", que no va con su "milonguera" y "meticulosa" "educación". Y repita conmigo, como diría Cantinflas: ¡Lo que es la falta de ignorancia! 

José Fernando Blanco Sánchez

Las palabras que contienen las cinco vocales sin que se repita ninguna de ellas se llaman panvocálicas o pentavocálicas.


A continuación te brindamos una extensa lista (incompleta, por cierto) de estas palabras, cuyo significado -si querés- podrás buscar en el diccionario:

Abuelito
Aceituno
Acuífero
Adoquines
Adulterio
Aguerrido
Aguileño
Albugíneo
Anticuerpo
Aperturismo
Arquetipo
Arquitecto
Audímetro
Auditemos
Aurífero
Aurígero
Auténtico

Barquillero
Birrectángulo
Bisabuelo
Blanquecino
Blanquinegro
Bribonzuela
Bufonería
Buhonería
Buscapleitos 

Caquéctico
Cauterio
Celulósica
Centrifugado
Centrifugador
Cincuentavo
Cincuentona
Cochiquera
Comunicable
Comunicante
Concienzuda
Concurrencia
Confluencia
Congruencia
Conquistable
Consecutiva
Conseguida
Contertulia
Contundencia
Corpulencia
Correduría
Cosquillear
Cruzamiento
Cuadernillo
Cuadriforme
Cuartelillo
Cuartillero
Cuellicorta
Cuellilargo
Cuestación
Cuestionar
Culteranismo
Curanderismo
Curiosear 

Degustación
Denticulado
Denudación
Denunciador
Depuración
Depurativo
Desahucio
Descontinuar
Descubridora
Descuidado
Desdibujado
Dominguera
Droguería
Duodécima
Duodecimal 

Ecuación
Educación
Educativo
Emulación
Emulsionar
Encubridora
Enjundiosa
Enlucidora
Enquistado
Ensuciado
Enturbiador
Entusiasmo
Enunciado
Equívoca
Equivocar
Erupcionar
Escorbútica
Escrutiñador
Escuálido
Escudriñador
Escultórica
Escupitajo
Esquiador
Esquilador
Esquinado
Esquinazo
Estimulador
Estuario
Estudiado
Estudiosa
Eucalipto
Eucrático
Eufonía
Eufónica
Euforia
Eufórica
Eutrofia
Eutrófica
Evolutiva
Exculpación
Exhaustivo
Exhumación
Exudación
Exultación

Fecundación
Ferruginosa
Feudalismo
Freudiano
Funerario

Galleguismo
Gesticulador
Guarnecido
Gubernativo
Guitarreo
Guitarrero
Guitarresco

Hipotenusa
Humectativo
Humilladero

Impetuosa
Incestuosa
Inconmutable
Interurbano
Irresoluta

Jerárquico

Leguminosa
Lengüicorta
Lengüilargo
Lloriquear
Luteranismo

Maniqueo
Manutención
Marisqueo
Meditabundo
Menstruación
Mensuración
Mensurativo
Metalúrgico
Meticulosa
Milonguera
Mordisquear
Mosquitera
Muestrario
Murciélago
Nebulizador
Nebulosidad
Neumático
Neumonía
Neumónica
Neurálgico
Neuroglia
Neurótica
Neutralismo
Niquelado
Niquelador
Numeración
Numerario

Obsequiar
Ocurrencia
Ojituerta
Olisquear
Opulencia
Orquestina
Orquídea

Pacienzudo
Palitroque
Pandemónium
Paquidermo
Parquímetro
Patituerto
Pauperismo
Paupérrimo
Pecuario
Peliagudo
Perduración
Perjudicado/r
Permutación
Persuadido
Persuasión
Persuasivo
Perturbación
Piragüero
Porquería
Porqueriza
Precaución
Preciosura
Presunciosa
Progenitura
Pronunciable
Pulverizado/r
Purgamiento
Putrefacción 

Quebradizo
Quejicosa
Queratosis
Quijotesca
Quinceavo 

Raquídeo
Reconquista
Reconquistar
Reconstructiva
Recusación
Refugiado
Refundidora
Refutación
Regulación
Regulativo
Reproductiva
Republicano
Repudiado
Reputación
Resolutiva
Resucitado/r
Resudación
Reumático
Reumatismo
Riachuelo
Rubefacción
Rufianesco 

Salutífero
Sanguíneo
Secundario
Seguidora
Sensualismo
Sequoia
Seudónima
Simultáneo
Subdirectora
Sublevación
Subvencionar
Sucesoria
Sudorienta
Sudorífera
Sugeridora
Sugestionar
Superación
Superiora
Superlativo
Supersónica
Supervisora
Supletoria
Surrealismo
Suspensoria
Sustentación 

Taquillero
Taquímetro
Tertuliano
Teutónica
Tirabuzones
Truncamiento,
Tuberosidad
Tumefacción
Turbamiento

Ulceración
Ulcerativo
Ultraligero
Unipersonal
Untamiento
Urogenital

Vaquerizo
Ventrílocua
Venusiano
Vesiculosa
Vestuario
Vituperador
Volumetría
Volumétrica
Vomipurgante
Vulneración

Zurrapiento

NOMBRES PROPIOS 

Aurelio
Eufrasio
Eufronia
Eulalio
Eulogia
Eustasio
Gaudencio
Gualterio
Laudelino
Laurencio
Laurentino
«Manuelito»
«Miguelazo»

CIUDADES Y PAÍSES

Boceguillas
Bustarviejo
Castilnuevo
Enguídanos
Fuengirola
Goizueta
Hortiguela
Humilladero
Castilnuevo
Mirabueno
Mozambique
Orihuela
Puertomarín
Villarmuerto
Villoruela
San Fulgencio
Soriguera
Sorihuela
Valsequillo
Villarluengo

GENTILICIOS

Aquileo
Ariqueño
Bielorrusa
Borinqueña
Guadijeño
Guineano
Iroquesa
Menorquina
Sanluiseño o sanluisero


02 abril 2019

¿CASTELLANO O ESPAÑOL?



Nuestra lengua se llama Castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad en tiempos medievales: Castilla.
Sin embargo, existe alguna polémica en torno a la denominación del idioma por diversos motivos:
Uno es que el término Español es relativamente reciente y no es admitido por muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que Español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo nuestra lengua, Castellano, entendida como “lengua de Castilla”.
Otro motivo es que en los países hispanoamericanos se considera la denominación Castellano como la más adecuada, ya que si bien nuestra lengua proviene de la península, "se ha enriquecido y complejizado con muchísimos aportes propios, y hoy se compone de elementos lingüísticos extraeuropeos que merecen estudio y reconocimiento y la hacen otra, una y múltiple. El Castellano Americano que nos identifica y hermana políticamente recoge tradiciones propias y enlaza parentescos nacidos de esta tierra prodigiosa a la que vinieron millones de extranjeros para asimilarse y enriquecer su carácter, creando una cultura latinoamericana que necesariamente es un fruto plural y que tiene expresiones peculiares y su propia y riquísima tradición literaria. Y así es leída en todo el continente, porque ha sido y es escrita en el Castellano de América" (Giardinelli, Mempo. 2011).
Afirma Giardinelli: "Es claro que, como se dice comúnmente, hablamos la lengua de Cervantes. Pero es también la lengua de Sor Juana y de Sarmiento, la de Borges y Cortázar, y la de Neruda, García Márquez, Rulfo y tantos y tantas más que han creado una magnífica literatura que hoy nos expresa a más de 500 millones de personas...".
En el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (Córdoba, 2019), la escritora cordobesa María Teresa Andruetto también sostuvo que no es "Español" el nombre adecuado para nuestro idioma, sino Castellano, "porque para nosotros -dijo Andruetto-, para nuestro sistema educativo, la academia, la alta cultura y la cultura popular, esta lengua en la que aquí se hablo siempre ha sido la lengua castellana. Así llegó a América, con la conquista y con la iglesia, la lengua de Castilla y fue esa lengua y no otras que se hablaban o se hablan en España, la que se impuso –no sin dolor, no sin lucha, no sin resistencia- sobre las lenguas originarias".
Cita además Andruetto a Eugenia Almeida: "El castellano de esta América es un conjunto de variables mestizadas por pueblos originarios, aportes árabes, africanos, europeos y asiáticos que –esclavizados, sometidos, aceptados o bienvenidos – impregnaron nuestros modos de decir y de pensa
r".

Compartimos estas opiniones y sostenemos que denominar Español a nuestro idioma es una forma de nombrarlo parcialmente y haciendo alusión a un país y no a su verdadero origen, que fue Castilla. Optamos por denominar a nuestro idioma Castellano.

31 marzo 2019

BI-, BIS-, BIZ-; VICE-, VIZ-, VI-

Los prefijos bi-, bis- o biz- significan "dos" o "dos veces" y se escriben siempre con "b":


El bicentenario de la patria fue en el 2010.
Esa mujer, casi centenaria, tiene muchos bisnietos.
El placer más lindo por las mañanas es tomar mates y comer bizcochos.

Otros ejemplos: bianual, bisexual, bilingüe, bimotor, bipolar, bisnieto, bisabuela...


Diferente es el caso de los prefijos vice-, viz- o vi-, que significan "en vez de" o "que hace las veces de". En este caso se escriben con "v":

La vicedirectora de la escuela concurrió a la reunión en reemplazo de la directora.
Vizconde es un miembro de la nobleza de una categoría menor que la del conde.
El virrey Cisneros fue depuesto durante la Revolución de Mayo.

Otros ejemplos: vicealmirante, vicepresidente, vicecónsul...

Obsérvese que en todos los casos, los prefijos son inseparables, es decir, forman una sola palabra.

30 marzo 2019

A DÓNDE / ADÓNDE; A DONDE / ADONDE


Muchas veces dudamos al escribir y no sabemos si escribir junto o separado los términos de una expresión.

Uno de esos casos es cuando el adverbio interrogativo o exclamativo dónde, que denota lugar, va precedido de la preposición "a" para expresar la idea de dirección o destino. ("a qué lugar"):

¿A dónde vamos? / ¿Adónde vamos?
¡A dónde iremos a parar! / ¡Adónde iremos a parar!

Como se observa, ambas opciones (a dónde / adónde) son igualmente correctas y pueden usarse de manera indistinta.

para poder seguir... (Las Pelotas)

De la misma manera, el adverbio relativo donde, cuando va precedido de la preposión "a" admite también, de forma indistinta, la doble grafía: a donde / adonde.

Quiero irme a donde nadie me encuentre.
Yo sabía que con su carácter iba a llegar adonde quería.



27 marzo 2019

LAS VOCALES


Las vocales en nuestro idioma son cinco: A a, E e, I i, O o, U u.

Las vocales a, e y o son llamadas abiertas o fuertes.

Las vocales i y u son llamadas cerradas o débiles.

                                                                                😎

Primera letra del alfabeto español y primera de las cinco vocales. 
Puede funcionar como:
sustantivo: La letra se llama a – "Banana" tiene tres aes 
preposición (que indica dirección o finalidad): Haz bien sin mirar a quiénbuen puerto vas por leñaA caballo regalado no se le miran los dientes
Entre a sustantivo y a preposición no existe diferencia ortográfica alguna y nunca se acentúa ortográficamente (como se hacía en el s. XIX). 

Vocablos homófonos: ah (interjección) - ha (verbo auxiliar haber) 
La interjección ah denota asombro o sorpresa, representación léxica del suspiro de deseo, de desánimo o de admiración. La h aparece pospuesta a la vocal (como es regla en las interjecciones: eh, oh). 
¡Ah! ¡Pero si es Luisina! 
¡Ah, estoy cansado! 
El verbo haber ha se utiliza en castellano como auxiliar en la formación de tiempos compuestos. Es la 3ª persona del singular, presente, modo indicativo: 
La felicidad ha pasado y no nos dimos cuenta. 
Nos ha engañado. 

Para formar la frase verbal que indica futuro (verbo ir + a + infinitivo) se utiliza la preposición y se escribe sin la h, a diferencia de las frases verbales del tiempo compuesto vistas en el párrafo anterior: 
Vamos a comenzar a leer. 
Iremos a comer de Josefina. 

Otras frases verbales con preposición a
Comenzar a: Comenzaremos a estudiar. 
Ayudar a: Los maestros ayudan a crecer a los alumnos. 
Echarse a: El niño se echó a llorar amargamente
Romper a: Al amanecer, Pedro rompió a llorar. 

Como todas las vocales, la a puede constituir sílaba por sí misma. Pero cuando al final del renglón se deba cortar una palabra, no se debe dejar aislada a la a, ya sea sílaba inicial o final: amis-tad; aé-rea; lea
Pero esta regla no rige para las sílabas donde la a aparece precedida de la h: ha-cía; ha-rina. 

                                                                               😎

Quinta letra del alfabeto español y segunda de las cinco vocales. 
La e puede funcionar como:
sustantivo: La letra se llama e - Las es  son tres en "retrete" (algunos aceptancomo plural ees). 
conjunción coordinante copulativa (cuando reemplaza a la y delante de las palabras que comienzan con i- o hi-: padre e hijo; peras e higos. Pero se mantiene la y cuando la palabra siguiente comienza con diptongo hie-: flores y hierbas; soda y hielo

No hay diferencia ortográfica entre e sustantivo y e conjunción, ni se acentúa ortográficamente en ningún caso. 

Vocablos homófonos: eh (interjección) - he (forma verbal) 
La interjección eh expresa reconvención, advertencia o llamado. La h aparece pospuesta a la vocal (como es regla en las interjecciones: ah, oh). 
¡Eh, tú! ¿No me oyes? 
¡Eh, cuidado! 
No lo vuelvas a hacer, ¿eh
Forma verbal he: 1ª persona del singular, presente, modo indicativo del verbo haber; 1ª persona del singular, pretérito perfecto compuesto modo indicativo de todos los verbos: 
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz. 

Como ocurre con la a, por regla general al final del renglón la e que forma sílaba por sí sola —final o inicial—, no puede quedar aislada: ele-fante; emi-nencia; lee. 
No ocurre así cuando la e va precedida de la h: hé-roe; he-matoma. 

                                                                           😎

Novena letra del alfabeto español y tercera de las cinco vocales. 
Su plural es íes. En oposición a la “y griega” suele llamársela “i latina”. Aunque a partir de la Nueva Ortografìa 2010 se recomienda llamarlas i y ye, sin otro tipo de distinción. 
En forma aislada es un sustantivo que designa precisamente la vocal en cuestión: 
Iglesia empieza con i
Poner los puntos sobre las íes

Como representación del mismo fonema vocálico, i e y tienen su uso debidamente reglamentado. 
La i se utiliza en posición inicial absoluta (iglesia), en posición intermedia, formando o no diptongo (sitio) y en posición final de palabra, siempre que no integre diptongo descendente (ají, borceguí). 
La y con sonido vocálico /i/ es obligatoria cuando la palabra termina con diptongo descendente; es decir, cuando este fonema vocálico es el último de la palabra y está precedido por otra vocal: rey, ay, Paraguay, hay, convoy, buey
Excepciones: benjuí, Jaragüí, y la 1ª persona singular pretérito perfecto simple (o pretérito indefinido) de los verbos de la 2ª y 3ª conjugación, en los que la i aparezca precedida por otra, forme o no diptongo con ella: hui, fui, reí, caí. 

Es obligatorio utilizar y como conjunción coordinante copulativa —excepto ejemplos de la e–: agua y sal; profesor y alumno

Corte al final del renglón: la i como sílaba —final o inicial— no debe ser separada: Igle-sia; reí

                                                                                😎


Decimosexta letra del alfabeto español y cuarta de las cinco vocales. 
Designa aisladamente un sustantivo (su propio nombre): la o; las oes 
Conjunción coordinante disyuntiva (expresa una opción o una alternativa): Hoy o mañana lloverá. 

Vocablo homófono: oh, con la h pospuesta, que es una interjección, expresa dolor, nostalgia, asombro, sorpresa: ¡Oh, sorpresa! ¡Oh, qué dolor! 

Tampoco la o se debe aislar al cortar la palabra al final del renglón, ya sea sílaba inicial o final: co-rreo, osa-do. 

                                                                               😎

Vigesimosegunda letra del alfabeto español y quinta y última de las cinco vocales. 
Aisladamente la letra u puede ser:
sustantivola u; las úes 
Conjunción coordinante disyuntiva reemplazando a la o delante de palabras que empiecen con esta vocal (con o sin h): ayer u hoy; claro u oscuro

No es correcto aislar la u al cortar palabra al final del renglón cuando esta por sí sola forma sílaba (inicial o final): usi-na; Ura-les.
Como con el resto de las vocales, esta última regla no se observa si la vocal va precedida por h: hu-raño, hu-rón, hú-sar

La u pierde su sonido detrás de las consonantes q y g.
gu-: en español con el grafema g representamos dos fonemas: [g] gato, gota, gusto; y [x o j]: gente, gime. 
Cuando luego del grafema g , la e o la i deban tener un sonido “suave” y no “fricativo” [j], se debe insertar entre consonante y vocal una u que es muda: guerra; guinda. 
Pero si luego de la g la u seguida de e o i deben pronunciarse como un diptongo, será necesario colocar sobre la u la diéresis o crema: pingüino, agüero. 

qu-: típico caso de grafía etimológica (heredada del latín). Para representar el sonido [k] seguido de -e – i, se utiliza el grupo latino qu-: queso, quienes
Pero si el sonido [k] tiene que mantener el sonido u delante de e, i, se utiliza la c: cuidado; cuesta.

B, V, W ¿CÓMO SE LLAMAN?



Entre las letras del abecedario que tienen más de un nombre, tenemos a la b, la v y la w. Su nombre varía según la región donde se la pronuncie:








La b en América es llamada de diferentes maneras: "be""be larga""be grande""be alta". En España es llamada simplemente "be".







La v en el continente americano se llama "uve""ve""ve corta""ve chica o chiquita""ve pequeña" o "ve baja". En España recibe el nombre de "uve".







El par más extendido es "be larga / ve corta", usual en Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela, Guatemala, Cuba y República Dominicana.
En cambio, en México, el área centroamericana y los países andinos es más usual la oposición "be grande / ve chica, chiquita o pequeña".
El par "be alta / ve baja" solo parece tener cierto uso en Argentina y Venezuela.






A la w en América se la llama "ve doble""doble ve""doble u" o "doble uve". En España es llamada "uve doble".
"Doble u", utilizado sobre todo en México y algunos países de Centroamérica y el Caribe es un calco del nombre inglés de esta letra: "double u".






Cabe aclarar que todos estos nombres tienen plena vigencia en nuestro idioma en todo el mundo hispanohablante.

DÍGRAFOS


El abecedario español está conformado por veintisiete (27) letras, entre vocales y consonantes (ver "El abecedario español"). Las letras son grafemas, es decir, signos gráficos simples. No obstante, hay en nuestro abecedario secuencias de grafemas que se emplean para representar ciertos fonemas: se denominan DÍGRAFOS.

En español existen cinco dígrafos o combinaciones de dos letras que se emplean para representar gráficamente los siguientes fonemas:

1. El dígrafo ch representa el fonema /ch/:

chatarra, chorizo, ancho

2. El dígrafo ll representa el fonema /ll/ (o /y/ en hablantes yeístas): 

llanto, arrollar, callado

3. El dígrafo gu representa el fonema /g/ ante e, i:

guerra, guinda

4. El dígrafo qu representa el fonema /k/ ante e, i:

queso, esquina

5. El dígrafo rr representa el fonema /rr/ en posición intervocálica: 

perro, arroz, tierra

Los dígrafos no son considerados letras del abecedario español, ya que son combinaciones de dos letras, ya incluidas de manera individual en el inventario. Solo se considerarán letras del abecedario los signos simples.

20 marzo 2019

EL USO DEL GERUNDIO

En nuestro idioma existen tres formas no personales del verbo, comúnmente llamadas verboides:

 1.  El infinitivo (terminado en -ar, -er, -ir: amar, temer, partir).

2.  El participio (terminado en -ado, -ido: amado, temido, partido).

3.  El gerundio (terminado en -ando, -iendo: amando, temiendo, partiendo).

 Se las denomina formas no personales del verbo porque no poseen (como el verbo) las flexiones de persona (1ª, 2ª, 3ª), tiempo (pretérito, presente, futuro) y modo (indicativo, subjuntivo, imperativo), por lo que no pueden actuar como adjetivos (no pueden modificar al sustantivo) pero sí pueden hacer la función del adverbio y verbo.

 Nos ocuparemos del GERUNDIO, que es la forma no personal del verbo que expresa la duración de la acción verbal.

Su terminación es -ndo.

En los verbos de la primera conjugación (-ar) forma la terminación -ando (amar – amando, cantar – cantando, bailar – bailando); y en los verbos de la segunda y tercera conjugación (-er, -ir) forma la terminación -iendo (temer – temiendo, volver – volviendo, perder – perdiendo; partir – partiendo, vivir – viviendo, morir – muriendo).

¿Cuándo se utiliza la terminación -yendo?  Cuando el gerundio posee un triptongo formado por: vocal + i átona + vocal. O dicho de otra manera, cuando la letra antes del sufijo, es una vocal. En estos casos, la i se cambia por y (leer – leyendo, no leiendo; caer --- cayendo, no caiendo; traer --- trayendo, no traiendo; oír --- oyendo, no oiendo; leer --- leyendo, no leiendo; creer --- creyendo, no creiendo). También puede aparecer en el principio de la palabra: (ir --- yendo, no iendo ni llendo).

 El uso del gerundio en nuestro idioma puede presentar no pocas dificultades y para utilizarlo correctamente, debemos tener en cuenta ciertas pautas:

 1.  El gerundio funciona como adverbio de modo (nos preguntamos “¿cómo?”), ya que caracteriza al verbo:

 Llegó protestando (¿cómo llegó?)

Entró llorando (¿cómo entró?)

Hablaba gritando (¿cómo hablaba?)

Salió corriendo (¿cómo salió?)

Hizo una seña guiñando el ojo derecho.

Llegó quejándose por un dolor de cabeza.

Conducía su auto pasando todos los semáforos en rojo.

El fiscal fundamentó la acusación basándose en la evidencia reunida.

 2.  El gerundio debe expresar una acción simultánea a la del verbo:

   Estando arriba del auto, comenzó a sentirse mal.

  Caminando por el parque, conoció las distintas especies arbóreas.

  Analizando el poema, encontró su sentido.

  Pintó la pared usando un pincel de cerda.

  Lo sorprendieron robando.

      En estos ejemplos (y los expuestos en el punto 1), gerundio y verbo indican acciones simultáneas, se desarrollan al mismo tiempo.

 3.  El gerundio puede expresar una idea inmediatamente anterior al verbo principal:

   El delantero, reconociendo la infracción cometida, pidió disculpas.

  El niño, gritando con fuerza, corrió hacia el patio.

  Sofía, luchando contra todos sus fantasmas, logró al fin la paz interior.    

 Uso incorrecto

 Lo que nunca hay que hacer es utilizar el gerundio para expresar una idea posterior a otra, o sea, el gerundio no debe expresar una acción posterior a la indicada por el verbo (es lo que se llama gerundio de posteridad):

 Incorrecto: El hombre rompió la vidriera, sustrayendo un bolso, una mochila y mercadería.

Lo correcto es decir: El hombre rompió la vidriera y sustrajo (luego de romperla) un bolso, una mochila y mercadería.

 Incorrecto: El personal policial concurrió al lugar del hecho, procediendo a la búsqueda de la evidencia.

Lo correcto: El personal policial concurrió al lugar del hecho y procedió (luego de haber llegado) a la búsqueda de la evidencia.

 Incorrecto: Hoy me levanté temprano, preparándome un café bien caliente.

Lo correcto: Hoy me levanté temprano y me preparé un café bien caliente.

 En los ejemplos señalados como incorrectos, la acción del gerundio nunca pudo hacerse simultáneamente o inmediatamente antes que la del verbo: el hombre no puede romper la vidriera y sustraer al mismo tiempo los objetos; la policía no puede concurrir al lugar del hecho y estar al mismo tiempo buscando la evidencia; no puedo prepararme el café mientras me levanto, necesariamente debo hacerlo después.  

 Hay que tener mucho cuidado con el uso del gerundio. Ante la duda, se recomienda no usarlo. Nuestro idioma tiene muchísimos recursos para poder expresar lo mismo de diferentes maneras. 


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