24 julio 2021

EL VOCATIVO



El vocativo puede ser un sustantivo, un pronombre personal o un grupo nominal que se utiliza para llamar la atención de una persona o para dirigirse a ella. Tanto quien invoca como quien es invocado deben estar en la misma situación comunicativa:

Alumnos, escuchen bien lo que les voy a explicar.

Generalmente, quien habla dirigiéndose a otra persona y utiliza un vocativo pretende de esta una respuesta o una reacción:

Voy a pedirles por favor, alumnos, que trabajen en silencio.

Pero también se emplean los vocativos para saludar o iniciar una conversación:

Buenos días, alumnos.

O para disculparse:

Perdonen, alumnos, pero no podré prorrogar la fecha del trabajo práctico.

Es decir, se puede utilizar el vocativo para dirigirse al interlocutor con muy diversos propósitos y estos pueden ser, entre otros, un pronombre personal (Vos, vení conmigo), un nombre propio (Sentate en esa silla, Mariana), nombre de parentesco (Escuchá, prima, lo que te voy a decir), oficios (Dígame la verdad, doctor, ¿qué tengo?).

Y también se pueden emplear vocativos para dirigirse a los animales (Escuchá, Toby, te dije que no dejes los huesos adentro de la casa) o a cosas personificadas (Espejito, Espejito, ¿quién es la más hermosa de todo el reino?).

El uso obligatorio de la coma en la escritura

En la comunicación hablada no existen demasiados problemas para utilizar los vocativos que, generalmente, se pronuncian entre pausas.
Pero se debe tener en cuenta que en la escritura los vocativos se encuentran siempre delimitados por comas, y pueden aparecer al principio de la oración, intercalados en la misma, o al final:

Esteban, agarrá bien la birome.

En este caso, al ser el vocativo la primera palabra de la oración, la coma se coloca después.

Te pido, Esteban, que agarres bien la birome.

En el ejemplo anterior, el vocativo está en el medio de la oración por lo que debe escribirse entre comas.

Agarrá bien la birome, Esteban.

Cuando el vocativo finaliza la oración (es decir, con el punto final), debe estar precedido por una coma, como en el caso anterior.

No debe importar en la escritura de los vocativos y la utilización de las comas que el enunciado sea demasiado breve:

, señor.

No, profesora.

¿Qué confusión podría producir en la escritura la omisión de esta coma obligatoria delimitadora de vocativos?

Mariana escribe bien.

Mariana, escribe bien.

En el primer ejemplo, el nombre propio Mariana es el sujeto de la oración, en la que se afirma que Mariana desarrolla la escritura de buena manera.
En cambio, en el segundo ejemplo, la oración es imperativa. El hablante le está solicitando, exigiendo u ordenando a Mariana que escriba bien.

Otros ejemplos con un poco de rock argentino:



Y realmente quiero que te rías
Oye, hijo, las cosas están de este modo,
una radio en mi cuarto me lo dice todo
. (Sui Generis)



Circulan en la red numerosos ejemplos con sentido humorístico (comúnmente llamados «memes») en los que se resalta la importancia del uso de la coma en los casos en que se utiliza el vocativo:







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